Ser mujer
Ser mujer es un acto de amor.
Ser mujer a los ojos de un hombre es la consumación de la femineidad
que nos inunda y nos acerca a la tierra,
a esa conciencia universal donde somos una con la naturaleza,
y en el ritual piadoso del amor, Dios nos toma en sus brazos nuevamente
y nos bautiza hembra;
y a la hora del parto nuevamente entregadas nos acuna en el grito
y nos da un alma nueva.
Ser mujer es un acto de amor.
Ser mujer a los ojos de un hombre es desnudar los siglos
y aniquilar las ciencias,
cuando en un gesto simple de profunda existencia,
la belleza se viste de mujer una tarde cualquiera para dar un paseo.
Arreglarse el cabello, pintarse las pestañas, enfrentarse a los tacos;
todos actos eternos de piedad infinita,
todos pequeños dones para los ojos nuevos de un hombre
que en sus brazos, como si fuese Dios,
nos parirá en la entrega...
Ser mujer es un acto de amor.
Ser mujer a los ojos de un hombre es la consumación de la femineidad
que nos inunda y nos acerca a la tierra,
a esa conciencia universal donde somos una con la naturaleza,
y en el ritual piadoso del amor, Dios nos toma en sus brazos nuevamente
y nos bautiza hembra;
y a la hora del parto nuevamente entregadas nos acuna en el grito
y nos da un alma nueva.
Ser mujer es un acto de amor.
Ser mujer a los ojos de un hombre es desnudar los siglos
y aniquilar las ciencias,
cuando en un gesto simple de profunda existencia,
la belleza se viste de mujer una tarde cualquiera para dar un paseo.
Arreglarse el cabello, pintarse las pestañas, enfrentarse a los tacos;
todos actos eternos de piedad infinita,
todos pequeños dones para los ojos nuevos de un hombre
que en sus brazos, como si fuese Dios,
nos parirá en la entrega...
